tag:blogger.com,1999:blog-150465922024-03-08T14:51:02.842-03:00un blog tan peligroso como yopeligrosohttp://www.blogger.com/profile/12609860858871986416noreply@blogger.comBlogger10125tag:blogger.com,1999:blog-15046592.post-44344192111921256082009-04-25T18:08:00.005-04:002010-04-25T14:05:01.851-04:00Lugar Incorrecto, Momento EquivocadoEl segundo tipo se había exaltado. Le había dicho dos veces al viejo que se callara. Se levanta del asiento de la micro en la que iban, pasando a su amigo. El viejo avanzó por el pasillo hacia atrás. Estaban a un metro.<br /><br />"¡Cállate, conchetumadre!," le gritó al viejo sacando la pistola. El viejo, ebrio, seguía hablando. Esta vez, eso sí, pedía perdón. Yo en serio no entendía por qué seguía hablando, la orden era simple. El tipo jaló el lomo de la pistola hacia atrás y gritó de nuevo "¡Cállate, cállate!," como loco.<br /><br />A su derecha, con la cara a centímetros del cañón, sin querer mirar hacia el lado, estaba yo. No me atrevía ni a pestañar.<br /><br />Finalmente el viejo se quedó callado, entre comillas, porque todavía balbuceaba disculpas. El tipo se fue a sentar de nuevo, y todos nos fuimos callados el resto del viaje. Excepto el viejo, que hablaba, pero más bajo.<br /><br />Esto pasó cuando yo recién me había subido a la micro en Vicuña Mackenna y me había sentado. El viejo se habrá subido un paradero después que yo. Tenía 15 años e iba a ver a mi amigo Víctor, que entonces vivía en La Florida. Algo así como tres paraderos más allá, empecé a respirar de nuevo, y muy de reojo miraba a estos dos tipos que iban al lado mío.<br /><br />Estaba en la misma ubicación que cuando se subió el <a href="http://peligrosocool.blogspot.com/2007/01/el-hoyo-en-la-cabeza.html" target="_blank">tipo del hoyo en la cabeza</a>... no entiendo por qué sigo sentándome ahí.<br /><br /><span style="font-size:85%;">- peligroso</span>peligrosohttp://www.blogger.com/profile/12609860858871986416noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-15046592.post-72631248978908613002008-07-28T22:04:00.003-04:002009-04-14T12:48:43.539-04:00La farándula y peligrosoA pesar de lo poco mediático que podría parecer, y con 'medios' quiero decir televisión, siendo que ni siquiera tengo una caja cuadrada a mi alcance, no puedo descartar algunos –porque muchos no son– encuentros que he tenido en relación al tema y que quisiera compartir con usted, sí, usted, el amable lector (será considerado amable solo si llegó 'al menos' hasta aquí).<br /><br />Una anécdota que podría estar contando, sin remordimiento alguno, desde la incómoda comodidad de un diván es la que me ocurrió cuando iba por la mitad de mi educación básica. En un sorpresivo paseo de curso, en medio de las clases, fuimos a participar de público (y ojalá hubiera sido sólo de eso) a un programa de TV. Menos de alguno recordará la flatulenta y poco exitosa alternativa de Red TV (en aquel entonces La RED) de Cachureos o Nubeluz, llamada El Show de Yuly, con Yuly Yum Yum, el cual, al igual que sus inspiradores, tenía canciones, baile, personas cubiertas de coloridas espumas plásticas, niños gritando y además concursos. Como fuera de inquieto en aquel tiempo, no era extraño que causase ciertas molestias a los esmerados productores del show, y a sus estrellas principales por cierto, porque junto a otros compañeros le inventamos nombres a uno de los monos y le gritamos gran parte del programa. Pero lo que a aquellos productores les sobraba de experticia y vocación, lo carecían de paciencia y vino un par que me sacó con poco amor, y pasando por alto al menos tres derechos del niño de una vez. Yo quejándome al borde de las lágrimas, y mis compañeros aterrorizados (¿o se reían?) quedando atrás, trataba con todo mi esfuerzo de persuadir a mis represores de no mandarme a la casa, y cuando llevábamos muy poco rato tras las cámaras, sin oírme mucho, me envistieron con un traje que intentaba ser el de un dinosaurio y unos guantes más grandes que mi cabeza, de estructura de la menos fina materia (cholguán), cubiertos de colorida espuma también, y unas asas para portarlos. En las quisieron-ser yemas de los dedos medios, unos clavos de unas dos pulgadas. Así, junto a otro niño que también habían tomado (pero éste por buena conducta, y asumo que a él le preguntaron) y envestido, competiríamos en un concurso de reventar globos colgados, en lo alto, de unos cables que atravesaban el escenario. Antes de salir a concursar nos advirtieron, eso sí, que al terminar la contienda Yuly nos preguntaría por un consejo para los idiotizados televidentes, de la calidad de "que se laven los dientes antes de dormir". Yo me quedé con el ejemplo para decirlo, pues en aquella condición no estaba para ponerme a pensar precisamente en lo mejor para los niños de la casa, sino tal vez en algo para mí, que iba a aparecer ante las cámaras y mis compañeros con un disfraz muy poco envidiable, saltando, con unos guantes que quizás la virgen del cerro pensaría en ponerse en una noche muy fría. Así llegó el momento de actuar, y cuando dieron el vamos, salté frenéticamente una y otra vez. BANG, BANG, y, para mi gran sorpresa, llevaba casi todos los globos rotos, donde mi contendor a su vez había logrado reventar menos de la mitad, pero una lección más impresionante que la simple higiene dental me aguardaba, pues para los niños que se portan mal no se les guardan cosas buenas a futuro: los cables, donde terminaban, estaban sostenidos por un miembro del programa hábilmente puesto fuera de cámara, y cuando me faltaba un globo por penetrar (sí, uno), pude ver su maliciosa sonrisa al levantar el brazo que sostenía el tensor de mi lado, y bajar lentamente el del niño a mi derecha, hasta que por más que esforcé mis poco desarrollados músculos y me sentía enrojecer por completo bajo el disfraz de una vil Spontex, el otro terminó con todos sus globos y me declararon rotundo perdedor de la competencia. Cuando sonó la fanfarria y llegó la misma Yuly a entrevistarnos, escuché que me preguntaba algo y le dije "un saludo pa' mi mami que está en la casa" y salí de toma. Un mes más tarde, en casa de un amiguito, su madre me humillaría contándome lo que ella vio: que perdí, y que cuando me preguntaron por un consejo para los niños de la casa, le mandé un saludo a mi mamá.<br /><br />Mas no todas mis experiencias al respecto son así de terribles, así que no se piense que esta entrada de blog es para motivar sus –imagino al borde– lágrimas (de risa, pena o bostezos no sé). Más tarde, por el año 1995, se grababa a pasos de mi casa la teleserie Amor a Domicilio, basada en una romántica historia que en gran parte giraba en torno a un Telepizza, y que era protagonizada por Luciano Cruz-Coke, Guido Vecchiola y la –en aquel entonces para mí– divina Alejandra Herrera. Las casas de la última, que encarnaba a una dulce, ingenua, pero llena de carácter Angélica, Sandra O'Ryan, Alfredo Castro y Cristián Campos, eran nada menos que las de mis vecinos. Entonces tuve la suerte de obtener autógrafos de varios de ellos durante algunos meses: uno de Alejandra Herrera que encontré por ahí loco hace unos días en uno de mis cajones, uno de Cruz-Coke que regalé a no sé quién, y uno de Vecchiola, cuya autenticidad fue puesta a prueba en mi colegio por una miembra del fan club de éste, y que finalmente regalé a otra compañera. Era divertido ver siempre gente afuera de la casa. Conocí a algunas personas y de hecho una vez aparecí en pantalla.<br /><br />Hace casi diez años, cuando iba saliendo de la P.C.E. de biología, me entrevistaron para canal 11. Dije que "no, no estaba difícil… toda la materia estaba en el colegio". Como era de esperarse, después de la infame declaración, no aparecí en el noticiario.<br /><br />Más tarde, en 2003, tendría la oportunidad de asistir al matrimonio de una amiga de la Paz Bascuñán. Bailé con ella. No hay anécdotas al respecto realmente. Todos bailábamos con todos y de repente me tocó con ella durante algo así como dos canciones. De todas formas es totalmente digno de estar en éste, mi listado de éxitos en el escenario y fuera de él.<br /><br />Y finalmente en 2006, en la segunda temporada del programa Collage, de Verónica Calabi en Vía X, se le dedicaba una sección a blogs chilenos, y de los <a href="http://www.sushilights.org/" target="_blank">Sushi Lights</a> salí nada menos que yo como voluntario para la entrevista. Ésta fue efectuada en mi propia casa. Fue impresionante al llegar del trabajo, y luego de producirme un poco (porque digámoslo así: no hay mucho que hacer al respecto), ver llegar a la van con el periodista y el camarógrafo. Se instaló un equipo de luces, el periodista me preparó medianamente para la entrevista, diciéndome que yo simplemente conversaría con él, pero él no aparecería en cámara. La dinámica era simple. "Yo te hago preguntas, y tú las respondes, pero teniendo en mente que el público sólo verá lo que respondas". Además, tenía que mirarlo a él, y no a la cámara, excepto al principio. Hasta ahí parecía pan comido, pero antes de empezar con la serie de preguntas, yo tenía que decir mi nombre, mi actividad y presentar el blog. Cuando la cosa comenzó, miré a la cámara y dije "Hola, soy Mauricio Arce, Diseñador Gráfico, y mi… o en realidad nuestro blog es Sushi Lights". Ahí cagué. Si no me cree, por favor imagínese mirando a una supuesta cámara y diciendo todo aquello. Era algo tan falso, tan avergonzante, tan estúpido. Y claro, estoy seguro de que dije muchas cosas cuerdas en cada respuesta, pero no lo recuerdo. ¡No recuerdo casi nada de lo que dije! Y claro, luego las conversaciones con amigos que sí han sido entrevistados antes, con cosas como "Jajajaja… cuando te veas, ¡TRATA de entender algo de lo que dijiste!… jajajaja".<br /><br />Creo que la entrevista no salió al aire. Nunca la vi. No conocí a nadie atento por verla, pero tampoco me lo comentaron, yo mismo me perdí dos o tres programas de la temporada, en los que podría haber salido tal vez, pero sinceramente creo que no la pusieron. Sushi Lights es un buen sitio, y estoy orgulloso de haber estado presente cuando se gestó todo, pero mi entrevista debe de haber sido penosa, en cambio el resto de blogs que entrevistaron para el resto de programas tal vez tuvieron personas mucho más interesantes.<br /><br />En fin, nunca sabré si salió o no. Solo puedo temer lo peor (ya sea que haya salido o que no haya salido), y hay que decir que esto concluye la intermitente seguidilla de anécdotas televisivas no de la mejor forma, pero la concluye, al menos por ahora.<br /><br /><span style="font-size:85%;">- peligroso</span>peligrosohttp://www.blogger.com/profile/12609860858871986416noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-15046592.post-32511607458622234462008-06-20T13:12:00.005-04:002009-04-14T12:48:11.468-04:00Fragmento de ConversaciónAquí escribiré algo de una conversación con mi profesor de Teoría del Relato sobre Harry Potter y La Orden del Fénix, la película. Todavía no la he visto, pero creo que lo haré. No para comprobar el punto de la conversación que sigue (para qué), pero no sé… supongo que para ver a los actores y con un poco de curiosidad sobre qué hechizo habrán inventado esta vez (teniendo en mente "bombarda" en la tercera y "ascendio" en la cuarta).<br /><br />La conversación está editada, pero ni tanto, y no con un fin de contarla mejor, sino porque está sujeta a mi frágil memoria.<br /><br />"No he visto la quinta todavía, aunque creo que ahora que estoy terminando de releer el libro de más que la veo, sólo que después de las primeras cuatro, ¡obviamente que no espero nada bueno!," dije en medio del break, porque algo había hablado el profe de esta película y se veía decepcionado, al igual con las otras mil películas y libros que nadie (o casi nadie, en los mejores casos) del curso habíamos visto o leído.<br /><br />"Mira, con mi señora hemos leído las novelas hartas veces cada uno, y generalmente las opiniones que tenemos de las películas son muy distintas, pero en esta coincidimos en que clasifica en la categoría BM," me contó, dejando demasiado obvio que BM no podía ser nada bueno.<br /><br />"¿Bodrio Máximo?" dije rápidamente.<br /><br />"Buena Mierda," dijo, y el punto quedó más que claro.<br /><br />Entonces pensé que tenía que escribirlo.<br /><br /><span style="font-size:85%;">- peligroso</span>peligrosohttp://www.blogger.com/profile/12609860858871986416noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-15046592.post-10404891474573771712007-02-03T11:03:00.003-03:002009-04-15T09:50:11.886-04:00El Fantasma de la 236Corría el año 1996. Yo estaba en 1º medio y tenía que llegar temprano al liceo para una disertación en la primera hora. Salí a tomar la micro a Bilbao, en el Parque Bustamante. Casi todas las que pasaban por allí me dejaban allá en la Alameda en Unión Latinoamericana, desde donde yo entraba por una calle y luego de unas tres o cuatro cuadras llegaba a destino. Sin embargo, una de las micros entraba por esa calle y me dejaba en las puertas del liceo: 236 era el número que la identificaba. Como era cómodo en aquellos tiempos, no me importaba esperar esa micro si podía ahorrarme la caminata. No pasaban muchas 236, así que era un cacho, pero ese día afortunadamente venía una. Afortunadamente para mí, y no para el inocente chofer, que no sabía que un potencial, y muy pequeño peligroso lo estaba esperando en un paradero, lleno de papelógrafos para su disertación.<br /><br />Cuando comencé este blog, prometí, entre otras, esta historia. Ahora, luego de introducir más o menos el contexto, nos lanzamos.<br /><br />¡Bien! Había esperado bastante tiempo y corría el riesgo de, por cómodo (insisto), llegar tarde y mi grupo me aniquilaría. Pero ahí venía la 236. Subí mi brazo y apunté con mi dedo hacia alguna estrella invisible de día, en el firmamento, en el momento glorioso que la micro se detenía, pero a unos 10 metros más allá de mí, en la roja que le dio en la esquina. ¡Maldito! Pero la luz roja lo detuvo involuntariamente y caminé hacia la puerta. Sin embargo, se hizo presente la luz verde y con una mirada de odio partió y me dejó ahí botado, sin piedad. Mi enojo se hizo presente y el color de mis ojos se tornó a rojo vivo. Las cosas no quedarían así.<br /><br />Invadido por una rabia solo comparable al clásico golpe del dedo chico en la pata de la cama, me decidí a correr como potro salvaje a través de las tres cuadras que quedaban de Parque Bustamante hasta Plaza Italia, para acecharlo ahí mismo. Corrí y corrí. Me lancé por el medio de Vicuña Mackenna hasta que llegué al semáforo. Y ahí estaba la micro. El conductor advirtió mi presencia, y nuevamente mirándome siniestramente, se corrió a segunda fila. Con el último de mis aires, traté de alcanzarlo, pero nuevamente la luz verde apareció en último momento y la 236 partió raudamente para dejarme allí botado. ¡¡Doble maldición!! Pero ya había que dejar la cosa hasta allí. No me quedaba más que irme en metro, y ya que estaba en la Estación Baquedano, simplemente lo tomé, consolándome con que igual había sido choro correr hasta Plaza Italia para alcanzarlo, pero aún con rabia por las miradas que me pegó el chofer. Maldito… y maldito estaba.<br /><br />Cuando me bajé en Unión Latinoamericana, siete estaciones de metro más allá, me fijé en si había alguna micro de las que entraba por la calle aquella para subirme y andar las tres cuadras hacia adentro que me quedaban, y para mi gran sorpresa (y espero la de ustedes), allí estaba la misma 236, ¡detenida frente a mí! Sin pensarlo demasiado, me subí, miré a la cara al chofer y le dije "permiso". Registró mi siniestra y vengativa mirada, y luego de los tres segundos que le llevó procesarme, su boca se abrió un poco y sus ojos casi se salieron del espanto. Me fui a parar al pasillo, con todos mis papelógrafos. El resto del camino lo miré con cara psicópata, y durante todo el tiempo, hasta que me bajé de la micro, pude disfrutar como el chofer me miraba una y otra vez para confirmar el fenómeno, intentando esconder su cara de "no lo puedo creer".<br /><br />Cuando llegué al colegio, en la puerta de la sala estaba mi amigo, compañero de grupo, diciéndome, "te rajaste, la profe no ha llegado". Yo le sonreí y le dije, "qué bueno, menos mal".<br /><br /><span style="font-size:85%;">- peligroso</span>peligrosohttp://www.blogger.com/profile/12609860858871986416noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-15046592.post-13845838886734644732007-01-14T23:55:00.003-03:002009-04-26T12:33:24.443-04:00El Hoyo en la CabezaMientras paseaba por el Eurocentro me entró una de esas ideas de panorama improvisado, luego de los cuales generalmente uno siempre tiene algo que contar. Llamé a una amiga y le pregunté si quería ir al cine en algo así como una hora más tarde. Ésta, más o menos de mi onda, agarró vuelo y me aceptó. La idea era que yo la iba a buscar a su casa y saldríamos a ver una película y almorzar.<br /><br />Tomé la micro en Alameda con San Diego. Como buen sábado que era, no andaba tanta gente, y la situación en el bus lo reflejaba a cabalidad. Me senté atrás, en el lado izquierdo, solo, al lado del pasillo, en esos asientos altos que tienen las ruedas traseras debajo, y tan solo con una persona adelante mío y otras pocas más hacia la subida de la micro.<br /><br />Estaba abriendo mi bolso en el regazo, para sacar mi reproductor de MP3, cuando el tipo de adelante mío se da vuelta. Me detuve en seco en lo que estaba haciendo y lo miré. Era grande -mucho-, más o menos de mi edad, de obvia situación socio-económica desfavorable -enfermo de flaite, para qué ando con cosas-, camisa hawaiiana con samurais, y pelo claro y corto (estilo bacinica, creo).<br /><br />No puedo recordar exactamente cómo rompió el hielo, pero dentro de sus primeras líneas mencionó que él era delincuente, y que sabía que yo trabajaba. Que le parecía bien que me ganara la plata de esa forma, pero que sin embargo él era delincuente y le tocaba pasarse por el poto el esfuerzo de la pobre gente que se ganaba el dinero de forma digna. Un buen comienzo... de salón, diría, mientras no puedo evitar oír a Verdi y su Traviatta en mi cabeza.<br /><br />Seguido de eso, empezó a relatarme, muy dificultosamente, algunos episodios de su infancia, entre los cuales se encontraba el haber recibido un balazo a los seis años. Un balazo en la cabeza, "aquí," decía, mientras tomaba mi índice derecho y lo dirigía al lado derecho de su cráneo. Bruscamente, comenzó a frotarlo sobre lo que parecía... ¿cómo explico esto? Supongo que tendré que mandarles a ustedes, los amables lectores, a formar un círculo con sus índice y pulgar de cualquier mano (como cuando decimos "ok" o "como el hoyo"), y vestir a los dedos con lo que anden encima (polera, por ejemplo). Luego, imaginen que ese hoyo es el que se sentía en su cráneo y la tela simula a la piel, que me hizo hundir con mi índice usando la fuerza de su brazo. Eso, estimados, fue lo que sentí, en movimientos circulares. Mientras tocaba indirectamente su cerebro, pensaba en que probablemente esto era, para él, una especie de rutina, y el propósito de hacerle sentir eso a la víctima -ya empezaba a sentirme como una- era atemorizarla a través de los escrúpulos. Con esto en mente, le demostré tranquilamente mi gran impresión. Aunque en realidad hubiera agradecido mucho que me hubiera hecho golpear un pedazo de metal, ¡pero no meterle el dedo en el cerebro!<br /><br />Continuando con la historia, este tipo me reiteró eso de que él era delincuente, y que tenía una hija... en eso, rápidamente me puse de pie y me moví rápidamente hacia el asiento delante suyo, donde me sentía claramente menos a su merced. Lo felicité por su hija y le pregunté que qué edad tenía. "Un año y medio...", "qué lindo," le dije, tratando de no parecer una rata con una serpiente encima. Entonces volvió a lo del delincuente y llegó a su punto: Tenía simplemente que volver a su casa con una leche NAN, que valía 7 mil pesos, y que si yo tan solo le entregaba la cantidad exacta, yo me iba intacto. Entonces, y no sé de dónde, saqué al actor que llevo dentro y me reí a carcajadas, explicándole que "ni cagando" andaba con esa cantidad de plata. Eso independiente de que justamente (porque si no, no tendría gracia) portaba en mi billetera veinte mil pesos. Me rebatió con un "pero si tú trabajái poh," y le dije "sí, pero no por eso ando con 7 mil pesos todos los días poh... mira," metiéndome las manos en los bolsillos, con cara de sentirme culpable por no poder pasarle algo, "... esto es todo lo que tengo. Si te sirve de algo... pero es todo lo que tengo," y le entregué algo así como 570 pesos. Se levantó del asiento -íbamos llegando a la Posta Central-, los tomó, me dio la mano, las gracias, y se bajó de la micro.<br /><br />Yo respiré tranquilo, mínimo. Luego llegué donde mi amiga, que se rió kilos con la fresca historia y mi imitación del tipo. Y así fue durante casi un año que conté la anécdota por todas partes, y vi que era bueno.<br /><br />Hasta que llegó diciembre del mismo año y yo, en un viaje hacia el trabajo, desde el centro, nuevamente en una micro algo desocupada (pero no tanto). Me senté atrás, en el lado izquierdo, junto a una niña, al lado del pasillo, en esos asientos altos que tienen las ruedas traseras debajo, con un caballero al frente del pasillo, que iba al lado de la ventana, y un tipo sentado delante de él, al lado del pasillo. Más adelante, otras pocas personas más.<br /><br />En eso, al frente, el tipo se daba vuelta para conversar con el tipo de atrás. Era delincuente (eso dijo), y entre otras cosas, le tomó la mano al caballero para hacerle sentir lo mismo que a mí: el hoyo en la cabeza. El caballero, pseudo-atemorizado, escuchaba y asentía a todo lo que le decía el joven del agujero. Como información adicional, le dio un consejo al hombre: "nunca se siente al lado de la ventana, porque los delincuentes llegan al lado suyo y así es como lo asaltan". El caballero le daba las gracias. Seguido de esto, le dio la mano y se bajó de la micro. La mujer al lado mío y yo mirábamos atentamente todo esto (me costaba contener la risa, pero estaba pendiente por si me tenía que meter). Luego de que se bajara el jovencito, me senté al lado del caballero -como los asaltantes- y pudimos compartir las experiencias de ambos, reírnos un rato y hablar de la vida y el amor.<br /><br />Lo que no me queda claro es si el título de este escrito se lo dedico al delincuente o a mí, por sentarme atrás cuando la micro va así.<br /><br />Cada loco que anda por Santiago<br /><br /><span style="font-size:85%;">- peligroso</span>peligrosohttp://www.blogger.com/profile/12609860858871986416noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-15046592.post-43038316652962966862006-12-20T16:37:00.003-03:002012-07-06T10:39:10.459-04:00La infancia de peligrosoEstuve leyendo en <a href="http://sushilights.org/" target="_blank">Sushi Lights</a> algo relacionado con la <a href="http://sushilights.org/2006/infancia_perdida.html" target="_blank">Infancia Perdida</a>. Eso y otras conversaciones que he tenido últimamente, me han hecho recordar qué clase de burradas hacía yo cuando chico. Muchas de ellas las encuentro simplemente ridículas ahora que las veo, así es que ahorita mismo les cuento.<br />
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Hay que decir, primero que todo, que yo tenía amigos, en serio, créanme... pero cuando estuve solo, que fue la mayor parte del tiempo, pasaban cosas como las siguientes. Me disfrazaba mucho. Tenía un disfraz comprado de Super Man, el cual usaba tanto que se le gastó el trasero y se traslucían los calzoncillos, por lo que pasé vergüenzas en el barrio cuando andaba volando por ahí (llámese caminando o corriendo con los brazos adelante y las manos empuñadas). Más tarde mi mamá me hizo un disfraz de Super Man también, pero mucho más producido. Este era de lycra, tenía una buena capa, botas contundentes... todo un macho como Super Man. El disfraz más fiel que he visto hasta ahora. Obviamente abusé mucho de él también... aunque no se me gastó el trasero... ya que era bastante mejor. Más tarde inventé a mi propio súper héroe, que se llamaba "El Hombre Pájaro" y me disfrazaba usando algunas tenidas exóticas (como una chaqueta tipo indio norteamericano con flecos de cuero) que habían en mi casa. Aunque nada supere a la ruptura de camisa de Super Man, El Hombre Pájaro también tenía su manera espectacular de "transformarse". Me metía a la cama con el traje en las manos, formaba un "huevo" con las sábanas, y dentro del "cascarón" ocurría la "mágica y llena de efectos especiales" "transformación". Es como obvio que en realidad me demoraba como tres años en terminar y salía completamente sudado. Además, cuando estaba fuera ya no quedaban criminales que exterminar, así es que andaba por la vida con el disfraz, aunque procuraba que nadie me viera con él, porque en realidad parecía más el indio de Village People que otra cosa, por más cool que yo lo encontrara.<br />
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Otras actividades eran más bien aparatosas, aunque mucho más satisfactorias que levantarme temprano, como todos los niños que conozco, a hacer nada y estar parado en el patio bajo el sol hasta que alguien más se levantara o me pescara. Por ejemplo, como buen fanático infantil de Robotech, amaba los Motociclones, por lo que cuando salía con la bicicleta gigante de mi mamá, y andaba soplado por las calles de mi barrio tarareando el tema de batalla de la serie en cuestión, en el momento más inesperado saltaba de la bicicleta, la tomaba por el manubrio, la movía rápidamente (como cuando uno se pone la mochila) y me ponía la bicicleta en la espalda para simular la transformación a modo de los famosos guerreros. Por supuesto que todo esto era en movimiento, lo que no dejaba de ser peligroso, y salía corriendo con la bicicleta a cuestas matando invids® por todos lados. Y si es sobre juegos engorrosos, cuando era fanático acérrimo de los Supercampeones (quién no lo fue), salía a la calle con la pelota a practicar el "tiro de remate", que era un tiro elevado que tenía un efecto hacia abajo, y era imposible de atajar para cualquier portero (con excepciones que algunos de nosotros, muy nerds, conocemos). Lo divertido, es que además entrenaba mis piernas, ya que lanzaba el balón (también conocido como: mi amigo) a través de toda la calle, y tenía que llegar antes que él al otro lado. De ahí tal vez el por qué era tan atlético cuando más joven. Por si querían saberlo, nunca logré el famoso tiro de remate, aunque una vez me resultó, pero con una pelota plástica, así es que probablemente se debió al viento.<br />
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Ya otra estupidez que hacía cuando pequeño, y ahora sí que me cocino, señoras y señores, era que tomaba a mi muñeco de Super Man, le robaba una Barbie a mi hermana y...... no, no los hacía tener sexo (también muy típico en gente que conozco), sino que ¡¡los hacía casarse!! Y yo sé que eso sí que es raro, pero quién sabe por qué hacía algo así. Y ahora que recuerdo (sí, ahora mismo que escribo), pues yo tenía un Mecano cuando chico, aunque no siempre hacía máquinas con él. Un día hice a una especie de ser humano pequeño, y era mi hijo. Yo lo criaba todo el rato, era su padre, y lo andaba trayendo de la mano todo el tiempo.<br />
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En fin, ya dejando de lado a Freud, y yendo a algo un poco más simpático, también hacía despliegue de mis habilidades artísticas, puesto que muchas veces agarraba mi Atari 65XE, lo portaba como guitarra y salía al patio a cantar con él, canciones con lyrics en inglés sacados de la misma caja del Atari. Ahora mismo no me acuerdo qué decía la caja totalmente, pero aún recuerdo la melodía y como cantaba<br />
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*Price, price, price...<br />
Power without the price<br />
Price, price, price...<br />
Price, price, price...<br />
Power without the price<br />
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Sesenta y cinco equis eeeeeeee<br />
Sesenta y cinco equis eeeeeeee<br />
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(*)<br />
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Etc...<br />
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Francamente, ahora todo lo que he mencionado me da vergüenza, pero aún así creo que sería una pérdida no contarlo nunca y dejarlo como traumas dentro de mí.<br />
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<span style="font-size: 85%;">- peligroso</span>peligrosohttp://www.blogger.com/profile/12609860858871986416noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-15046592.post-32483891085928676462006-11-23T18:28:00.001-03:002009-04-14T11:05:00.608-04:00EnePartidoPorDosIgualEneOk, al menos ya estaban advertidos de que en mi blog no hay un estilo definido o contenidos necesariamente afines. El día de hoy quiero contarles una tontera que descubrí. Algunos dirán "wuau, no eras solo una cara bonita", otros dirán "qué clase de imbécil se pone a pensar en algo así, y cómo llegó a eso" (esta última es la que más se acerca a lo que pensé yo mismo). Pero me dejo de introducciones insensatas e infames y vamos a lo nuestro.<br /><br />Como hace dos días, me acosté muy cansado, con algo de dolor de cabeza, medio mareado y con dolores en mi cuerpo (ya saben, las costillas, la espalda, la rodilla y todo eso que me ha dolido últimamente). Como había sido un día estresante (en general los últimos están siendo más o menos así... más bien muy), me costó detener a mi cabeza, y dentro de todas las burradas que lancé ferozmente entre mis pensamientos, se me vino el número siete. Me pregunté que qué pasaba si dividía el número en dos, y luego sumaba, uno a uno, los números que me dieran. En este caso fue así:<br /><br />7/2 = 3,5<br /><br />Tomé los dos 3,5 y sumé cada cifra (esa era la ridícula idea) hasta que me diera un número de 1 a 9.<br /><br />3 + 5 + 3 + 5 = 16<br /><br />1 + 6 = 7<br /><br />"¡Plop!," dije, y levanté mis piernas (como Plop pues). Y empecé a hacer la prueba con todos los impares entre 1 y 9, y con todos funciona. Llámense 1, 3, 5, 7 y 9. Inténtenlo en casa, niños. Pero no responderé por daños (cerebrales, obvio).<br /><br /><span style="font-size:85%;">- peligroso</span>peligrosohttp://www.blogger.com/profile/12609860858871986416noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-15046592.post-1158419975745169922006-09-16T10:43:00.002-04:002009-04-14T12:46:05.312-04:00Constructos de la "Antigüedad"A lo largo del tiempo se han mantenido muchos misterios con respecto a la historia del hombre, y las huellas que el mismo ha dejado como prueba de su paso y desarrollo. Si bien existen documentos históricos que han llegado a ser interpretados, aún quedan muchas cosas por resolver. Tal es el caso de grandes construcciones, como lo son las Pirámides de Egipto, Macchu Picchu y los Moais, por mencionar solo algunos.<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/7778/1380/1600/pyramids.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/7778/1380/320/pyramids.jpg" alt="" border="0" /></a><br /><br />Bien, existen muchísimas teorías con respecto a cómo fueron creadas estas maravillas, siendo algunas muy posibles. Sin embargo, todavía no se ha concretado una hipótesis que satisfaga a los más exigentes intelectos a través del mundo. Algunas teorías -las más serias- apuntan a sistemas con los cuales el hombre pudo construir, utilizando los recursos que tenían disponibles en aquellos tiempos. Otras, menos probables (aunque quiero, en lo personal, creer que pueden ser posibles más por lo emocionante que por lo serias), justifican todo a través de la existencia de seres superiores, extraterrestres, que ayudaron al hombre con métodos de tecnología inimaginables para nuestras poco explotadas mentes.<br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/7778/1380/1600/moai.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/7778/1380/320/moai.jpg" alt="" border="0" /></a><br /><br />Todo lo anterior suena, por decir lo menos, desesperanzador para quienes anhelamos el verdadero conocimiento de la historia del ser humano. Pero no todas son malas noticias, y de aquí en adelante podrán disfrutar del verdadero aporte de esta Entrada de Blog. No quiero sonar ostentoso ni darme demasiada importancia, pero la verdad es que Yo he descubierto la verdad de las verdades sobre estas (ya no para mí) misteriosas construcciones.<br /><br />Partamos suave, pues queda mucho de lo que sorprenderse. La única forma que hubiera tenido el hombre de llevar a cabo las ya mencionadas obras, sería con esfuerzos sobrehumanos, que es una de las mayores razones para descartar teorías. Y esta extrañeza pasa porque el hombre, muchos siglos después, es realmente capaz de lograr construir magnificencias, con el uso de la tecnología avanzada. Si no fuera por la <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_Industrial">Revolución Industrial</a>, a fines del Siglo XVIII y principios del XIX, la tecnología de ahora no sería posible, pues fue en este período donde se comenzó a explotar con mayor fuerza otros métodos de generar energía. Y es solo desde ese punto que los avances tecnológicos han ido creciendo a velocidad abismante, marcando una curva muy creciente y cada vez más empinada. Ahora bien, la tecnología no ha sido lo único que ha aumentado, porque el ser humano ahora apunta a cosas cada vez más diversas a lo largo y ancho del globo. Si bien se mantienen muchas ambiciones desde la Edad Antigua, planteadas por grandes pensadores y filósofos (p. e.: ¿qué es el amor?, ¿quiénes somos?, ¿hacia dónde vamos?, etc.), es cierto que también se han ido generando otras o se han deformado las anteriores. La capacidad del hombre de explorar diversos campos, hasta el momento parece ser ilimitada. La Ciencia Ficción nos puede dar buenos datos de cómo trabaja la imaginación de nuestra especie, y es en este punto que quiero hacer hincapié justamente.<br /><br />Piensen lo siguiente y será tan solo sumar uno más uno. El conocimiento humano del Universo cada vez es mayor, por lo que hemos llegado a romper con leyes como la gravedad por ejemplo, pero siempre utilizando los recursos que nuestro medio nos ofrece. Con esto quiero decir que no hubiera sido posible volar, si no se hubieran explotado las leyes de aerodinámica. Es decir, no es que rompamos leyes, sino que explotamos las que nos conviene según el caso. ¿Y qué ocurre con el Tiempo? Una de las leyes más determinantes en lo que conocemos por Universo. Estoy seguro de que en el futuro se concreta finalmente uno de los elementos más sabrosos de la Ciencia Ficción: La Máquina del Tiempo.<br /><br />No es por casualidad que estudiamos historia en las escuelas, sino que para aprender del pasado. Y lo único que yo he hecho, y humildemente, ha sido recoger los datos del pasado para suponer (con gran probabilidad de estar en lo cierto) que en el futuro, sumando uno más uno, existirá la máquina del tiempo. Si a eso le sumamos las ánsias del hombre de experimentar, yo puedo asegurarles, aquí y ahora, que llegó un descabellado que dijo "bien, tomemos la máquina del tiempo, vayamos muy al pasado y construyamos cosas imposibles para la época". Suena a idea ociosa, pero también a idea de genio -en general se parecen mucho- la de probar cómo cambiaría la historia si vamos y dejamos en el pasado un elemento que, sin distorsionar hechos históricos (aunque esto sí que no lo podría asegurar), o romper equilibrios biológicos más bien, ponemos algo que deje atónitas a todas las generaciones, y les enseñamos humildad a nuestros antepasados. Si se piensa que están construidas con materiales propios de la tierra misma, podría interpretarse una cautela por parte de este ser humano del futuro, al no poner elementos tóxicos o que aún no habían sido descubiertos. Y dejar incógnitas más grandes aún: que parezca posible de alguna forma, pero imposible de otras.<br /><br />Como pueden apreciar, mi teoría pasa por la simpleza y elegancia de las mismas que, como bien sabemos, siempre terminan siendo ciertas. Y entenderé que quemen mis libros y me enciendan en una hoguera por ostentarme conocedor de la verdadera verdad (valga la redundancia), pero es un sacrificio que los genios como yo tenemos que soportar como mártires del desarrollo del ser humano. Esto para que sepan que publico esto no solo con todo mi intelecto y poder de investigación, sino con toda mi alma y cariño para ustedes, los que lean y sepan.<br /><br /><span style="font-size:85%;">- peligroso</span>peligrosohttp://www.blogger.com/profile/12609860858871986416noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-15046592.post-1146344959150054742006-04-29T16:35:00.001-04:002009-04-14T11:11:40.463-04:00Freakerío 01<span style="font-style: italic;">En Club Miel no hay noche tranquila. No hay noche sin evento freak ni cosas extrañas. Cada vez que voy, camino preguntándome un poco qué tipo de freakerío irá a pasar durante la fiesta. Todo esto hasta donde yo puedo ver al menos, y es que en condiciones normales mis ojos no ven mucho más allá de mi rango de melee, o sea, 5 pies alrededor.</span><br /><br />Anoche, para variar, me subí al cubo a pintar el mono. De repente una niña me dice con una ultravoz de mando "oye *me toma*, ven, baila conmigo". El tema era Wannabe de Spice Girls. Yo, para variar, haciendo coreografías raras con la niña. No me caía muy bien, andaba como en una parada extraña, por lo que me puse a cachar qué onda. Atrás mío un niño de buena apariencia con cara de molesto mirando esta escena de la niña y yo bailando. Más con cara de molesto con ella que conmigo, después de todo yo andaba 0% intención extraña en general. Bailé un rato más con ella hasta que me bajé no más del cubo y miré yo la escena más de lejos. La niña había tomado a unos dos bailarines más para que bailaran con ella, mientras el niño que miraba seguía mirando, pero ahora desde abajo, sentado en el cubo. Yo ahora bailaba con mis amigos, pero así todo me devolví a hablarle al tipo:<br /><br />- ¿Ella es algo tuyo?<br />- Sí.<br />- ¿Tu polola?<br />- Sí.<br />- Le gusta bailar, ¿ah?... ¿Estái bien tú?<br />- Sí, no te preocupís.<br />- Ya, ok. Pero no la pases mal tampoco. Por último habla con ella, nada que ver la hue'á que está haciendo.<br /><br />Y me fui. Una vez que bailé de nuevo con mis amigos apareció otra niña al frente mío. Tenía ultracara de simpática, así que le pelé el cable bailando, y bailamos un segundo hasta que llegó alguien más y se puso al medio y me fui. A los dos segundos ella estaba sentada, así que fui a hablar con ella.<br /><br />- ¿Bailemos?<br />- Estoy esperando a mi pololo que fue a cachar a unos amigos pololos que terminaron.<br />- Ah, ya, ok. Pero bailemos igual poh, mientras llega tu pololo. Si es solo baile.<br />- Ya, ok.<br /><br />Habremos bailado una canción cuando sentí otra vez que me miraban desde el lado. Era el mismo tipo que me había mirado bailar con su polola arriba del cubo, pero con otra ropa... asumí que eran hermanos y que había bailado fortuitamente con las pololas de ambos. Fui y conversé con él.<br /><br />- Ah, ¿tú eres el pololo de ella?<br />- Sí, pero tranquilo, bailen no más, si está bien.<br />- No, piola, si te estábamos esperando a ti, yo me voy a buscar a mis amigos.<br /><br />Entonces miré arriba del cubo y estaba el compadre anterior hablando finalmente con la niña. Más bien tratando de hablar con ella... la mina era bien lesa al parecer y se estaba yendo en la volada con el ambiente de disco.<br /><br />- peligrosopeligrosohttp://www.blogger.com/profile/12609860858871986416noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-15046592.post-1145057196675587742006-04-14T18:14:00.004-04:002009-05-13T03:42:53.174-04:00Más peligroso que yo<div style="text-align: center;">Un post dirigido por peligroso<br /></div><br />Viernes 14 de Abril. 10:30<br /><br />"Uhhh... un Big Mac. Eso es lo que necesito. Ohhh... debo comérmeloooo... o sea, muy Viernes Santo será, pero después de haber visto Pulp Fiction imposible no desearlo. Ahora me voy a mi casa antes de todo eso".<br /><br />Providencia esquina Ricardo Lyon<br />13:47<br />"Está mala la cosa hoy día. Qué raro. En fin, no desesperemos: la paciencia nos salvará de este día, tan parecido a los otros, pero aún así más vacío que los demás."<br /><br /><div style="text-align: center;">Guión<br />peligroso<br /></div><br />En peligroso's<br />14:43<br />"No hay duda, en un rato más, me voy al Mc Donald's. Podría ser al de Providencia con Los Leones".<br /><br />Providencia esquina Los Leones<br />15:17<br />"No puede ser... todo igual de quieto que allá. Sigamos emigrando hacia el oriente, amigas... tal vez en la próxima esquina grande podamos obtener el alimento que necesitamos. Sin embargo, ya perdemos la compostura... más vale que se cuiden y nos den lo que queremos" *se oyen risas siniestras*.<br /><br /><div style="text-align: center;">Edición<br />peligroso<br /></div><br />"Todo listo... ahora tomo la micro en Tobalaba yo creo... una que me deje en Providencia con Los Leones: ahí hay un Mc Donald's grande. Espero que esté abierto".<br /><br /><div style="text-align: center;">Un blog tan peligroso como yo<br />no se enorgullece en presentar<br /><span style="font-weight: bold;">Más peligroso que peligroso</span><br /></div><br />Como siempre, me dan estos antojos raros debidos a mi tremenda susceptibilidad. Estaba viendo Pulp Fiction, cuando empiezan a hablar de que las hamburguesas de Mc Donald's aquí, que las de Burger allá, etc... fue así que me predispuse a ir a comer inevitablemente un Big Mac, descartando el hecho de haber visto Super Size Me y haber quedado asqueado.<br /><br />Así todo normal como son todos mis días de la vida, fui a tomar a Tobalaba la micro, ya que como bien no sabrán, estoy cuidando la casa de los Pini este fin de semana santa. La idea era llegar al Mc Donald's de Providencia con Los Leones... uno que es bien grande que está por ahí. Y fui poh, pero cuando iba llegando a Providencia y la micro empezaba a doblar, me doy cuenta de que había uno mucho más cerca, allí mismo en la esquina. Así es que me bajé de la micro y me fui a pedir el Big Mac. Estaba todo vacío en Providencia... se veía medio siniestro en verdad, pero es que no tengo la costumbre de ir a un Mc Donald's vacío, yo creo que era eso no más. No es que haya habido algo espeluznante esperándome en la comida.. no, claro.. o ... esperen: tal vez sí.<br /><br />Pedí mi combo dentro del local, un combo que -citando la talla más fome y repetida de la historia- no sabía que me dolería tanto en ese momento. De hecho el placer de poder probar el Big Mac un viernes santo rompía todos mis esquemas: si bien nunca he sido fiel a los ritos católicos, nunca había comido carne un Viernes Santo tampoco. Pero me estoy alejando del tema. Me entregaron mi bebida, mi "Big" Mac (cada día más chico) y mis papas fritas. Pedí ketchup y me dieron mostaza también en uno de estos pequeños recipientes de papel. Qué ideal.<br /><br />Muy ad hoc con mi sensación de libertad de este fin de semana, me fui a sentar afuera a las mesas de la vereda, y cuando disfrutaba mi exquisito y delicioso Big Mac, veo que unas cinco mesas más allá (todas vacías por lo demás), arriba de una silla, estaba parada <span style="font-weight: bold;">una paloma</span>. Me pareció natural que, estando tan vacío todo, hiciera la patudez de pararse sobre una silla, así que todo normal. Hasta que noté que ya no estaba 5 mesas más allá de distancia, sino 4. Seguí así de pavo hasta que, sin mucha delicadeza, esta saltó a 3 mesas de distancia. 2 mesas, 1... 0. Estaba parada sobre la silla enfrente mío en mi propia mesa. Le declaré a la infame que no había pasado piola, le pedí que se alejara ya que su intento de sacarme papas había sido infructuoso, pero luego, teniendo un poco de pena por ella, corté una papita en unos 8 pedacitos y se lo arrojé a unos metros en el suelo.<br /><br />Entonces, de un lugar insospechado -y del cual todavía no logro dar ubicación- saltaron unas 10 o 15 a comerse la papa que tiré. Un poco nervioso, despedacé un poco más de papitas y las tiré rápidamente. Pero era demasiado tarde. Ya habían notado cual era la fuente.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Entonces actué rápidamente, lancé papas por doquier, pero ya casi picoteaban mis manos... mi mesa estaba llena, yo tapaba lo que quedaba de mi Big Mac, no dejaba caer la bebida... cuando tenía oportunidad empujaba lejos de la mesa a una, otra, otra, otra, pero no... no terminaban. Se pusieron agresivas en mala, podía sentir su hambre, su frustración por no haber comido en todo ese día, y yo ahí, estúpido frente a la fuerza de la fauna urbana, más débil que la silvestre, pero más estresada y neurótica también. Quizás cuantas calles habían recorrido hasta dar con alguien que les lanzara algo, pero no tuvieron la paciencia de esperar a que les lanzara lejos, no. Me atacaron en su desesperación. Sintiéndome víctima de un tumulto de delincuentes, salvé lo que quedaba de mi Big Mac, tomé la bebida y las papas. Entré a Mc Donald's, boté la basura de la bandeja, tragué mi sandwich como pude y salí rápidamente lo antes posible, dejando ahí a la amenaza.</span><br /><br />Sintiéndome extremadamente ridículo, pues habían quienes observaban este show sin decir nada, ni siquiera poner cara, seguramente pensando en cuan estúpido un ser humano puede ser, me fui comiendo lo que quedaba de papas fritas.<br /><br /><div style="text-align: center;"><span style="font-weight: bold;">¡¡CHAN CHAN CHAAAAAAN!!</span><br /></div><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://photos1.blogger.com/blogger/7778/1380/1600/tabini_paloma_domestica.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer;" src="http://photos1.blogger.com/blogger/7778/1380/320/tabini_paloma_domestica.jpg" alt="" border="0" /></a><br /><span style="font-size:85%;">- peligroso</span>peligrosohttp://www.blogger.com/profile/12609860858871986416noreply@blogger.com13